ESTA NOCHE

• A las 23 en Robert Nesta Club (San Martín 1.129). También actuarán Rolo y los Fackin Adictos, Factor Común y No Es La Idea.


Enrique Chalar tiene casi 60 años, estudia disciplinas que le enseñan a respirar y a elongar y dice que le interesa la palabra de Cristo. Chalar es Pil Trafa y le cuenta a LA GACETA su afición por la lectura, los temas que le importan, alejados totalmente de lo que en definitiva fue y es: un gurú del punk en tanto uno de los fundadores de ese movimiento en el país. Fue la voz líder de Los Violadores, aquella banda que instaló casi como himno “Uno, dos, ultraviolento”, a mediados de la década del 80.

Pil Trafa vive desde hace algunos años en Lima, y es la primera vez que viene al norte del país. Estuvo hace unos días en Jujuy, y en distintas ciudades brindó conciertos electroacústicos con el guitarrista Tucán. Con la banda completa, Pilsen, agendó Salta, esta noche tiene fecha en el tucumano Robert Nesta y mañana, en Santiago del Estero.

Durante una entrevista telefónica recuerda que siempre quiso ser músico o periodista; así como le gusta leer, también escribe y no sólo canciones. Editó “Más allá del bien y del punk. Ideas provocadoras” junto al periodista Juan Carlos Kreimer, libro que gestó en Machu Picchu, un lugar con energía propia, asegura. Y se queja por la falta de rebeldía en la actualidad. “Fuerza, energía, potencia son nuestros temas”, describe el músico, y adelanta que en el show interpretarán clásicos de Los Violadores y temas de Pilsen. Steve Jones, guitarrista de los Sex Pistols, participó en las grabaciones de dos discos de su grupo más conocido.

- Los autores que lees no son los más comunes.

- Sí, leo mucho a Nietszche, Foucault, los clásicos griegos como Platón, Umberto Eco. Me interesa todo lo que es sociología, filosofía, pero también el fútbol, soy de Boca.

- ¿Es cierta tu conversión al budismo?

- No, es un error que publicó no sé qué diario; sí practico una disciplina de filosofía oriental que brinda liberación y te permite aprender a respirar, todo es muy sano. La espiritualidad me interesa mucho, porque no somos sólo materia. Pero también la palabra de Cristo, porque es una palabra rebelde, la palabra de los desposeídos.

- Siempre se relaciona el punk con las drogas. ¿Sigue así?

- Está muy estigmatizado. En una época bebí bastante alcohol, sobre todo cerveza. Pero no llegué al alcoholismo y eso que bebía duro. Las drogas nunca me interesaron. Y no soporto el olor a marihuana... He visto cómo le pegó la cocaína a la gente.

- El punk fue más que música.

- Sí, es toda una cultura, es como un emprendimiento. El punk es hacerlo por vos mismo. No es esperar que la discográfica o un manager te conozca y te compre. No es casual que cuando nace el punk también lo hacen los sellos independientes, es una expresión cultural. Surge del situacionismo del Mayo Francés; el director de arte de los Sex Pistols fue situacionista. Se trataba de hacer pasar algo cuando no pasaba. El género sacó mucho de eso, hasta la estética de algunas tapas de discos. No es una cosa de loquitos, todo es rebelión y golpe. Hay cientos de bandas punk en el país; algunas edulcoradas, que son las que todavía están en las radios, y otras crudas. De todos modos no me gusta cuando se proponen mensajes de destrucción, no es ni siquiera nihilismo. El punk fue una vuelta al rock… No hay que olvidarse de eso.

- ¿Cómo es el punk de Pilsen?

- Es más florido, con un sonido más cuidado que en otras bandas; hay una crudeza y un refinamiento. Buenas melodías, ideas de letras. Tenemos una gran preocupación de hacer las cosas bien. No somos académicos, pero hemos llevado algunos temas de Pilsen al 2x4, por ejemplo.